LOS OLORES, EL TIEMPO Y LA VERDAD (Con M. Proust y Byung-Chul H.) (21 Septiembre 2017)

Qué tienen los olores que nos transportan a otro tiempo? De los cinco sentidos es, con diferencia, el que más poder tiene de unirnos con el pasado. La madera de la casa de la abuela, el perfume de aquel@ a quien tanto quise, el olor a ceras de mi infancia, las lentejas de mi madre... En un tiempo donde todo es presente, donde se ha perdido la linealidad de nuestra historia personal y ya no hay pasado ni futuro sino que nos movemos de presente en presente, saltando de punto aislado en punto aislado, de información en información, hasta que se solapan y nos saturan, donde la vista tiene la preeminencia y todo va rápido, rápido, hasta que perdemos el sentido de lo que de verdad importa; porque ya no tenemos un horizonte al que dirigirnos y por eso tampoco hay un camino, hemos eliminado los caminos para quedarnos con los puntos que queremos visitar, somos turistas de la vida, viéndola pasar a toda prisa; hemos eliminado el placer de demorarnos en los trayectos, hemos dejado de considerarlos parte del viaje, son un lastre que nos retrasa y queremos eliminar ese intervalo para llegar más rápido al punto presente que nos interesa, se nos ha olvidado que quizás la vida sea sólo camino y la meta sea la excusa para vivir.

Pero quedan los olores, los olores no admiten aceleración, requieren su tiempo para paladearlos y dejar que nos lleven al pasado, que nos conecten con esos rostros que significaron algo para nosotros. Porque las relaciones, la amistad y la familia hacen que las cosas sean verdaderas. Por eso cuando nos paramos a percibir los aromas, cuando aprendemos a demorarnos, es cuando somos más verdad, nos damos cuenta entonces de que la falta de conexión entre los presentes puntuales y aislados que vivimos destruirán el tiempo y a nosotros con él y que la verdad y la belleza de la realidad están en la red de relaciones de un recuerdo con otro, de un rostro con otro, de una manera de amar con otra. Entonces el hombre se siente menos contingente, se da cuenta de que no podia no haber existido, que todo forma parte de una trama, de unos hilos que nos unen entre nosotros y tejen nuestra identidad, nos hacen más bellos, más reales, más verdad.