A veces uno llega con sus heridas. Sabe que quien no ama es un cobarde. Simplemente nunca pensó que las heridas más hondas llegaran de donde no las esperaba.
Sabe que quien no ama no vive ... pero cuánto ha costado ver que el mundo no es como parece.
Y de repente, sin darse cuenta ya se va dejando de nuevo la piel por otras personas que se meten en el bolsillo de los cansados a base de ternura, de gestos amables, de estar ahí. Esa rama verdecida en el tronco seco, tan frágil.
Y puede ser que la pisoteen de nuevo, sin mucho ruido. Simplemente un irse alejando, un no querer saber, un "mañana". Puede ser.
Pero ¿cómo encerrarnos en lo no sido? ¿Como dejar pasar la oportunidad de ser una pieza en el puzle de otra persona y que ella deje su huella para siempre? ¿Cómo no volver a confiar en que es verdadero? ¿Quién nos dice que lo verdadero tiene que ser para siempre? Quizás fue verdadero mientras duró aunque el corazón pida la eternidad.
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