A veces pienso en todo lo que ha tenido que ocurrir para que yo naciera, desde hace miles de años las manos que se han tenido que unir, los besos, los detalles de amor, las guerras, las hambrunas, los trenes perdidos, las noches de baile y lo no sido, todo para que un encuentro casual llevara a dos personas a enamorarse y de ahí naciera quien llevaría mis ojos, para cientos de años después, por otros tantos miles de pequeños detalles, naciera quien llevara mis manos, y así generación tras generación hasta que mi madre conoció a mi padre y de todos los segundos para engendrarme sólo aquella milésima fue la elegida para que yo existiera, con mis ojos y mis manos que recuerdan a otras edades, a otros tiempos...
Y sobre todo, a veces pienso esto: todo lo ha tenido que pasar, tantas manos, tantos besos, tantas guerras, tantos trenes perdidos, tantas noches de baile para que todas esas parejas se unieran y engendraran a mis amigos...las piezas de ese inmenso puzle que nos completa, piezas que aparecen en nuestra vida en el momento apropiado, ni un segundo antes ni un segundo después, para irnos haciendo quienes somos casi sin darnos cuenta. No cabe tanta perfección en la contingencia, en el caos del azar. Pero sólo los locos creen en un plan trazado antes incluso de la creación del mundo y la materia, ¿verdad?
Kommentare